Llegar a la oficina en días calurosos puede convertirse en un castigo diario si es que ésta concentra el calor y no tiene una buena circulación de aire; El ambiente puede volverse pesado y oloroso, lo cual cansa más rápido, causa fatiga y para quienes recién entran, genera un rechazo inmediato y una mala imagen para la empresa.
Aquí, algunas recomendaciones a tomar en cuenta:
Color: De ser posible, evitar totalmente los colores oscuros. Los tonos claros: blancos y pasteles ayudan a que el calor no se concentre.
Abrir y cerrar ventanas: Abrir las ventanas al comienzo del día y al finalizar la tarde hasta antes que el sol haga de las suyas. En horas de extremo calor: de 10 a 4 de la tarde, es preferible mantenerlas cerradas para que ese frescor no se desvanezca.
Cortinas: Las persianas son las más adecuadas, pues además de dar un toque de elegancia, su material no concentra tanto calor como lo hacen las cortinas de uso común.