lunes, 16 de mayo de 2011

El asiento y escritorio influyen en el desempeño laboral


Cuando una persona desempeña el llamado trabajo de escritorio, y pasa seis, ocho, diez horas sentada frente a un computador, es importante tomar en cuenta qué tan cómodo es la posición de su cuerpo. Sin duda, no es lo mismo estar en una silla de fierro fija a utilizar una con ruedas, espaldar reclinable y forrada en cuero; un escritorio de madera largo no tiene la misma influencia que uno de vidrio algo curvo.
Si usted es de esas personas, pregúntese ¿qué tan cómodo me siento durante el día y como eso influye en mi carácter y desempeño? Aunque suene un tema bastante lógico, increíblemente varias compañías pasan por alto estos dos elementos fundamentales de trabajo, cuando son un factor físico básico para generar una labor eficiente y eficaz.

No demore más, es momento que analice los puntos principales a tomar en cuenta para escoger un escritorio y una silla: su espalda y su cabeza le agradecerán.
Base: Dado que por un asiento pasan varias personas, este debe poder soportar todo peso que se le presente y ser de un material resistente. Las bases de 4 patas no son suficientes, menos aún cuando son fijas; lo ideal son las sillas con ruedas de cinco patas,  pues están diseñadas para distribuir el peso de mejor manera y permitir la movilidad dentro del espacio del trabajo.
Altura: Es sumamente importante que la altura sea un factor que se pueda regular en la silla. La persona debe mantener siempre la espalda apoyada y  los zapatos contra el suelo, sin que estos queden colgando en el aire pues eso dificulta una buena postura.
Espaldar: Al igual que la altura, este debe poder ajustarse para tener diferentes posiciones. Por lo menos debe poder variar entre 15 y 20º para que  la forma natural de su espalda no se altere. De ser el caso que no se pueda regular, la solución inmediata es colocar una almohada detrás.
Asiento: Forrado en un material acolchonado y del tamaño correcto. Las rodillas de una persona deben salirse por lo menos 10 cm del borde, el cual debe ser redondeado para no lastimar la piel. Para comprobar que la posición sea adecuada, se debe poder pasar las manos por la parte de atrás de las rodillas y la parte de adelante del asiento. 
Apoyabrazos:  Al igual que el espaldar, deber poder regularse la posición  y la altura entre 15 0 20º  Idealmente acolchados y con un contorno curvo.
Diseño: Recién luego de considerar los puntos anteriores, se debe ver el color, diseño, marca, estilo, de manera que combine adecuadamente con el decorado de la oficina y no se vea como algo añadido.
Escritorio: Este es algo más sencillo para escoger, pues está directamente relacionado con el asiento. El escritorio debe estar entre 10 y 15 cm más arriba del ombligo de una persona sentada, de tal forma que las manos y los brazos estén en una posición recta, no muy levantados ni bajos. Por otro lado, el espacio de movilidad debe ser amplio: un escritorio sin cajones y libre por debajo es mucho más recomendable  que aquellos que tienen el espacio justo para dos piernas.
Finalmente, si es de madera, de vidrio, de metal, curvo o  recto, depende de las actividades que vaya a desempeñar la persona que lo ocupe, la elegancia que se requiera y las capacidades de espacio.

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